Nicolas Etcheto: á bloc!

El primer partido de la tarde había finalizado hace un rato cuando apareció por el paseo de cancha un exultante Nicolás Etcheto. Los aficionados se le acercaban y le felicitaban. Él respondía con una enorme sonrisa y con cuantas explicaciones fueran necesarias, a propios y extraños. Nicolás Etcheto había ganado su partido con la ayuda de Barandika y no ocultaba su felicidad. Continue reading

Justos vencedores

Soplaba el viento del sur y la temperatura rozaba los veinte grados cuando llegamos a Gernika. Aparqué donde pude y tardé diez minutos en llegar al frontón. Faltaba media hora para que arrancara el partido final cuando accedí a las escaleras que dan acceso a las gradas.
El murmullo de la gente iba in crescendo conforme subía hasta convertirse en algarabía. Gente y más gente entorno a la barra del bar. Gente de pie mirando hacia la cancha o conversando. Caras conocidas, saludos y derechos a buscar un asiento donde poder seguir el partido. Imposible. Todas las butacas ocupadas. Decidimos colocarnos de pie junto al stand del espiker que con su voz atronadora iba calentado el ambiente como lo ha venido haciendo todo el campeonato. Continue reading

Una tarde de gloria en la plaza de Cabanillas

Mi querido Arturo Bandini, el pasado domingo estuve en un pueblo que te gustaría conocer. Está situado al sur de Navarra, en la Ribera, cerca de Aragón. Llegamos a la hora de la siesta y el pueblo dormía. Casas bajas, las calles vacías. Soplaba un viento que, después supe, los lugareños llaman el cierzo. Lo primero que me vino a la cabeza fue que en invierno tiene que hacer mucho frío. A primera vista parecía un pueblo fantasma del Lejano Oeste americano donde se desarrollan historias como las que tú cuentas en tus películas. Aparcamos el coche después de dar varias vueltas por el pueblo buscando el polideportivo. Lo hicimos frente a las piscinas, junto al bar “El Chiringuito”, cerrado también. Bajamos las ventanillas, retrasamos el respaldo del asiento, y nos dispusimos, también nosotros, a echarnos una pequeña siesta. Faltaba todavía una hora para que diera comienzo la función en el frontón y Cabanillas dormía. Continue reading