Richard Berenson y el «Biskayne»

Tras el huracán que azotó Miami un mes de septiembre de 1926 dejando la ciudad en escombros, la ciudad entró en una depresión económica. Pedro Mir recordando aquellos tiempos de zozobra, recalca: «El jai alai no marchaba bien. Los dueños rentaron el frontón. Los nuevos gestores con Sam Cantor a la cabeza contrataron a los peores pelotaris. «Un día fuimos a cobrar el cheque y nos encontramos con la desagradable sorpresa que no había fondos. Desde ese día obligamos a la empresa a pagarnos el sueldo a la semana y el boleto cada día». Continue reading