¡Música, Maestro!

 

En el Diario Vasco de hoy, en la sección de pelota, el empresario manista Vidarte, dueño de la promotora Aspe, hace un llamamiento a la afición eibarresa para que apoye al Astelena, la «Catedral» de la mano. Flojas entradas son la razón para que Vidarte convoque a los aficionados de toda la vida. Que estemos en temporada de caza, dice, no es la causa proncipal. Ni que el Eibar esté en primera. Estos es compatible con el frontón, viene a decir el empresario eibarrés. Continue reading

PLAZAS LIMITADAS ¡APÚRENSE…!

Sabado, dia 25 de octubre, cita en Markina-Xemein. Se convoca como viene siendo habitual en las ultimas décadas a la celebración anual conocida como: «Comida de Pelotaris». Se convoca como es sabido a pelotaris puntistas de cualquier época que hayan abandonado la práctica profesional. Sin discriminaciones. «Super estrellas», «estrellas»‘, «estrellados», «ases», «estelaristas», «bomberos-de-cuarta-reforzada», «lanza-piedras», «pelotaris-de-mil-quinientas-en-Durango», «aporreadores», «gabarreros, «matazagueros», «figuras», «pelotaris-de-arriba», «pelotaris-de-las-medianas», «pelotaris-de-las- de-abajo»,
«segurolas», «paleros», «secantes», puntilleros, «primera especial» y «teloneros» por igual…. Lo dicho, sin discriminaciones. Continue reading

Sinatra en Bridgeport Jai Alai

La primera vez que oí cantar a Sinatra fue en Zaragoza en la pensión donde vivíamos. En la casa de los Gamendia –una familia de Tolosa que se mudó a la capital aragonesa debido a que uno de los hijos, Juan José, había debutado en la capital maña– más que una pensión era una casa particular. Justina, Joxé, Izaskun la hija (después se casaría con el puntista Iñaki Gerena) y nosotros, los «apopilos»: hermanos Mendizabal, «Taxi» Alberdi, mi hermano Jesus, Leonet y yo formábamos una familia. Continue reading

Dos golpes de muñeca

Zalduondo, la llanada alavesa. Una aldea más de las muchas que pueblan la provincia de Araba. Me desvío hacia Araia, al cabo de un kilómetro la señal de Zalduondo marca hacia la izquierda. Allá me dirijo, un grupo de unos diez o doce ciclistas primero; otros tantos más adelante ocupan gran parte de la calzada. Son veteranos, gente jubilada que se junta para hacer ejercicio, supongo. Estas carreteras llanas y de poco tránsito son ideales para andar en bici. Siento envidia. Continue reading